La música tiene un profundo impacto en nuestro estado de ánimo y nuestras emociones. Se suele decir que llevamos la música con nosotros allá donde vamos, y los estudios han demostrado que escuchar música puede tener efectos notables en el desarrollo.
También se ha demostrado que los niños que están expuestos a la música instrumental a una edad muy temprana tienden a desarrollar mejores habilidades lingüísticas y capacidades académicas que los que no lo están. A continuación, te explicamos cómo puedes introducir a tu bebé o niño pequeño en el poder de la música.
El efecto de la música en el estado de ánimo y el desarrollo emocional.
La música es una herramienta poderosa y puede utilizarse para ayudar al desarrollo emocional cognitivo y físico de las personas. La música y el canto se utilizan a menudo en la terapia, especialmente para los niños que han sufrido un trauma. Los niños a menudo son incapaces de verbalizar lo que sienten por dentro y necesitan una forma de liberar sus emociones.
La música puede ayudarles a expresar estos sentimientos de forma saludable. También enseña a los niños que no pasa nada por estar tristes o enfadados, así como a entender el proceso de gestión de esas emociones.
Además, la música fomenta el desarrollo social al animar a los niños a trabajar juntos en lugar de solos con un instrumento, por ejemplo; esto se llama aprendizaje cooperativo, que contribuye a las habilidades de trabajo en equipo y ayuda a desarrollar la empatía por otros que pueden no saber hacer algo mejor o de forma diferente.
El poder de la música instrumental para el desarrollo de la primera infancia.
Diversos estudios demuestran que los niños que están expuestos a la música a una edad muy temprana tienden a desarrollar mejores habilidades lingüísticas y académicas que los que no lo están.
Entre muchos otros efectos de la música en el desarrollo, está demostrado que los niños pueden aprender las letras, los sonidos, la fonética, los ritmos, los tonos y las sílabas cantando canciones o tocando música con sus padres. Además, los niños tienen más posibilidades de desarrollar el sentido del ritmo cuando están expuestos a la música en las primeras etapas de su vida, así como en las distintas fases de desarrollo, desde la infancia hasta la adolescencia.
La música es un medio para que personas de toda condición se expresen libremente sin que se les imponga ninguna pretensión o prejuicio; permite la creatividad no sólo musicalmente sino estructuralmente
Un estudio en particular fue realizado por el Centro de Desarrollo Infantil y Humano de la Universidad de Georgetown (The Georgetown University Center for Child and Human Development) descubrió que los bebés que fueron expuestos a la música sin palabras durante los primeros seis meses de su vida mostraron una mayor capacidad de comunicación más adelante.
Otro estudio, realizado por la Universidad de Carolina del Norte – Chapel Hill en 1997, descubrió que los bebés a los que se les ponía música clásica durante sus dos primeros años de vida tenían un coeficiente intelectual significativamente más alto cuando tenían diez años que los bebés cuyos padres no les ponían ningún tipo de música.
Los beneficios de la música para tu hijo
Se ha demostrado que introducir la música a tu bebé o niño pequeño a una edad temprana tiene muchos beneficios. El simple hecho de exponerlos a la música puede conducir a un mejor desarrollo del lenguaje y de las capacidades académicas. Escuchar música con regularidad también puede tener efectos positivos en el estado de ánimo, el sueño y la función cognitiva.
Se ha demostrado que la música mejora las capacidades cognitivas generales de los niños, especialmente en áreas como el lenguaje y la resolución de problemas. Esto puede deberse al hecho de que la música está estrechamente ligada al ritmo y la sincronización. Además, escuchar música puede ayudar a los niños a desarrollar un mejor sentido del ritmo y una comprensión más profunda de la música, que puede aplicarse a otras áreas de su vida.
Varios ejemplos de los efectos de la música en el desarrollo
La música mejora las habilidades sociales de tu hijo
Los niños aprenden a interactuar más eficazmente a través de la música. Esto puede hacer que los niños tengan más confianza en sí mismos y les ayude a comunicarse mejor con los demás. Además, tocar música con tu hijo puede reforzar el vínculo familiar.
Teniendo en cuenta estas ventajas, es fácil ver por qué la música es una forma estupenda de pasar tiempo con tu hijo.
Tocar música puede ayudar a tu hijo a desarrollar su imaginación.
Los niños utilizan su imaginación todos los días, pero a menudo está ligada a sus experiencias sensoriales. Por ejemplo, un niño al que le encanta comer dulces puede tener una gran imaginación para vivir aventuras llenas de golosinas.
Sin embargo, cuando se pone música, la imaginación del niño puede volar, permitiéndole crear nuevos mundos e historias. Además, al explorar diferentes géneros y temas, tu hijo puede desarrollar su sentido de la curiosidad. Esto puede ayudarles a ser más abiertos de mente, lo que puede ser una valiosa habilidad para la vida.
Tocar música con los niños puede ser bueno para su desarrollo emocional
Los niños suelen tener miedo de las cosas que les producen incertidumbre. Esto puede provocar una serie de emociones, como la tristeza, la vergüenza y el bochorno. Sin embargo, al tocar música, tu hijo puede superar sus miedos y sentir una sensación de felicidad y control. Esto puede ayudar a su hijo a ganar confianza en sí mismo y a sentirse más cómodo en su propia piel.
Practicar la música es una forma estupenda de liberar la tensión del cuerpo y evocar emociones que resulten cómodas para el niño. La música también puede utilizarse como herramienta de comunicación con los demás, de modo que los niños que tienen dificultades para interactuar socialmente o sufren retrasos en el lenguaje seguirán sintiéndose conectados a través de las canciones que conocen.
La música facilita la expresión de los niños al darles la oportunidad de cantar sobre sus sentimientos sin que las palabras salgan bien (en este caso). Además, tocar estas canciones ayuda a fortalecer las habilidades de regulación emocional, lo que puede ayudar a prevenir futuras luchas debido a las respuestas de hiper-sintonía cuando se trata de situaciones difíciles como el acoso o la crítica.
Si tu hijo tiene miedo, ponerle música puede ayudarle a sentirse seguro y feliz de nuevo al abrazar un nuevo lugar o entorno, aunque sólo sea en su mente. Poner música mientras se prepara para ir a la cama también puede suponer una vía de escape de lo que pueda estar preocupándole ese día, lo que permitirá a tu hijo dormir tranquilamente sin preocupaciones en el horizonte.
Conclusión
Como padres, uno de nuestros trabajos es enseñar a nuestros hijos a ser felices. La música es una forma estupenda de hacerlo.
Queremos que nuestros hijos sean felices, que les guste la música y que crezcan sabiendo lo maravillosa que es la música.
La música puede ser una poderosa herramienta para enseñar a tus hijos sobre el mundo, sobre ellos mismos y sobre los demás. Pueden crecer sabiendo que su voz interior es tan importante como cualquier otro sonido que escuchen.
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